miércoles, 17 de abril de 2019
BARBERÍA: CUANDO EL MONO SE VISTE DE SEDA, VIEJO SE QUEDA. Hace unos días abrió una barbería, no un “Coifer en que entras a hacerte un corte de pelo y sales con cejas depiladas y hasta los cascos de los pies pintados de rojo turquesa, pues sí, era una verdadera barbería como Dios manda, con un antiguo asiento, un solo espejo en el frente y olor a agua de colonia como en la época de mi gloriosa juventud. Yo había visto en Punta Shopping argentinos viejos y jóvenes con modernos cortes de peinado a lo militar o sea, rapados a los costados y con un “hopo” en la coronilla y pensé: si esos viejos se lo hacen por qué no yo. No me quería sentir fuera de “onda”. Pues fui a la nueva barbería donde un
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